domingo, 30 de diciembre de 2012

Coldplay - Yellow



       "Yellow"

Look at the stars,
Look how they shine for you,
And everything you do,
Yeah, they were all yellow.
I came along,
I wrote a song for you,
And all the things you do,
And it was called "Yellow".
So then I took my turn,
Oh what a thing to have done,
And it was all "Yellow."
Your skin,
Oh yeah your skin and bones,
Turn into something beautiful,
You know, you know I love you so,
You know I love you so.
I swam across,
I jumped across for you,
Oh what a thing to do.
Cos you were all "Yellow",
I drew a line,
I drew a line for you,
Oh what a thing to do,
And it was all "Yellow."
Your skin,
Oh yeah your skin and bones,
Turn into something beautiful,
And you know,
For you I'd bleed myself dry,
For you I'd bleed myself dry.
It's true,
Look how they shine for you,
Look how they shine for you,
Look how they shine for, 
Look how they shine for you,
Look how they shine for you,
Look how they shine.
Look at the stars,
Look how they shine for you,
And all the things that you do.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Bruno Bettelheim

(...) Si deseamos vivir, no momento a momento, sino siendo realmente conscientes de nuestra existencia, nuestra necesidad más urgente y difícil es la de encontrar un significado a nuestras vidas. Como ya se sabe, mucha gente ha perdido el deseo de vivir y ha dejado de esforzarse, porque este sentido ha huido de ellos. La comprensión del sentido de la vida no se adquiere repentinamente a una edad determinada ni cuando uno ha llegado a la madurez cronológica, sino que, por el contrario, obtener una comprensión cierta de lo que es o de lo que debe ser el sentido de la vida, significa haber alcanzado la madurez psicológica. Este logro es el resultado final de un largo desarrollo: en cada etapa buscamos, y hemos de ser capaces de encontrar, un poco de significado congruente con el que ya se han desarrollado nuestras mentes.
Para alcanzar un sentido más profundo, hay que ser capaz de trascender los estrechos límites de la existencia centrada en uno mismo, y creer que uno puede hacer una importante contribución a la vida; si no ahora, en el futuro. Esta sensación es necesaria si una persona quiere estar satisfecha consigo misma y con lo que está haciendo. Para no estar a merced de los caprichos de la vida, uno debe desarrollar sus recursos internos, para que las propias emociones, la imaginación y el intelecto se apoyen y enriquezcan mutuamente unos a otros. Nuestros sentimientos positivos nos dan fuerzas para desarrollar nuestra racionalidad; sólo la esperanza puede sostenernos en las adversidades con las que, inevitablemente, nos encontramos. (...)
Bruno Bettelheim

viernes, 14 de diciembre de 2012

"Alegría" - Circo del Sol



Soñemos un poquito despiertos... :)


"Te quiero porque tienes..."-Jaime Sabines

Te quiero porque tienes....

Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.

Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.

Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Eduardo Galeano - El miedo manda



(...)El hambre desayuna miedo, y el miedo al silencio aturde las calles, el MIEDO amenaza: Si usted Ama tendrá sida. Si fuma tendrá cáncer. Si respira tendrá contaminación. Si bebe tendrá accidentes. Si come tendrá colesterol. Si habla tendrá desempleo. Si camina tendrá violencia. Si piensa tendrá angustia. Si duda tendrá locura. Si siente tendrá soledad...

martes, 27 de noviembre de 2012

"La vida secreta de las palabras"



La vida secreta de las palabras
 
              "Alguien dijo que desde el momento
             en que uno tiene vida interior,
             ya está llevando una doble vida".

(...) Las palabras, como manadas de peces, pululan en nuestra cabeza y se agolpan en las cuerdas vocales, pugnando por salir y por ser escuchadas por los demás. Y, a veces se pierden en ese camino entre la cabeza y la garganta. Ahí están todas esas palabras perdidas, que durante mucho tiempo vagan en un limbo de silencio (y malentendidos y errores y pasado y dolor) y un día salen a borbotones y cuando empiezan a salir ya nada puede pararlas.



     ¿No os ha pasado nunca que durante mucho tiempo habéis estado reflexionando una idea hasta que finalmente la habéis expresado verbalmente? ¿Por qué nos cuesta tanto dar ese paso?
      Quizás porque sabemos que tenemos que valorar bien las consecuencias de un determinado acto, puesto que cualquier modificación en nuestra conducta afectará irremediablemente a nuestras vidas, por insignificante que nos parezca esa decisión.
      La confianza y la seguridad en nosotros mismos son primordiales para llevar a cabo nuestro objetivo, porque si carecemos de éstas, las palabras quedarán silenciadas, ahogadas.
      Por eso, muchas veces necesitamos tiempo, tiempo para comprender cómo nos sentimos, pero también tiempo para conocernos y saber que somos capaces de conseguir lo que nos propongamos, cueste lo que cueste y afecte a quien afecte.
 
     

martes, 13 de noviembre de 2012

Fragmento de "Inés y la alegría" - Almudena Grandes


La Historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales.
(…)
Las barras de carmín no afloran a las páginas de los libros. Los profesores no las tienen en cuenta mientras combinan factores económicos, ideológicos, sociales, para delimitar marcos interdisciplinares y exactos, que carecen de casillas en las que clasificar un estremecimiento, una premonición, el grito silencioso de dos miradas que se cruzan, la piel erizada y la casualidad inconcebible de un encuentro que parece casual, a pesar de haber sido milimétricamente planeado en una o muchas noches en blanco. En los libros de Historia no caben unos ojos abiertos en la oscuridad, un cielo delimitado por las cuatro esquinas del techo de un dormitorio, ni el deseo cocinándose poco a poco, desbordando los márgenes de una fantasía agradable, una travesura intrascendente, una divertida inconveniencia, hasta llegar a hervir en la espesura metálica del plomo derretido, un líquido pesado que seca la boca, y arrasa la garganta, y comprime el estómago, y expande por fin las llamas de su imperio para encender una hoguera hasta en la última célula de un pobre cuerpo humano, mortal, desprevenido. Los amores del espíritu son más elevados, pero no aguantan ese tirón. Nada, nadie lo aguanta. Ni siquiera ella, porque ya era inmortal, pero todavía estaba viva.
 
 
Una novela emocionante, triste y alegre a la vez, que te permite conocer lo que sucedió a partir del verano de 1936 en España. Inés, la protagonista, te cautiva, logra que empatices con ella, que sufras y que quedes atrapada en su historia.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

"Estoy viva como fruta madura" - Gioconda Belli


Estoy viva como fruta madura...

Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.

Contigo - Joaquín Sabina




Yo no quiero un amor civilizado,
Con recibos y escena del sofá;
Yo no quiero que viajes al pasado
Y vuelvas del mercado
Con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros;
Yo no quiero sembrar ni compartir;
Yo no quiero catorce de febrero
Ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
Yo no quiero que elijas mi champú;
Yo no quiero mudarme de planeta,
Cortarme la coleta,
Brindar a tu salud.


Yo no quiero domingos por la tarde;
Yo no quiero columpio en el jardín;
Lo que yo quiero, corazón cobarde,
Es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
No me pidas llegar a fin de mes;
Yo no quiero comerme una manzana
Dos veces por semana
Sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
Yo no quiero besar tu cicatriz;
Yo no quiero parís con aguacero
Ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado;
No me digas volvamos a empezar;
Yo no quiero ni libre ni ocupado,
Ni carne ni pecado,
Ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
Yo no quiero contigo ni sin ti;
Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
Es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

viernes, 26 de octubre de 2012

SAU i Luz Casal - Boig per Tu



Altra de les cançons que em fan somriure, només escoltar la primera nota. "Boig per tu" crec que és una de les cançons més boniques escrites en català.

martes, 23 de octubre de 2012

"Estados de ánimo" - Mario Benedetti

           ¿Cómo puede una persona pasar de un estado de inmensa alegría a otro de profunda decepción en un minuto?
           Es curioso como una sola frase o un solo gesto es capaz de remover nuestras emociones hasta hacerlas tambalear. Para bien o para mal, somos algo más que seres racionales, supuestamente inmunes a las repentinas embestidas de nuestro yo particular. Sí, a veces (o muchas veces, dependiendo de cada cual), nos dejamos llevar y sucumbimos a la catarsis emocional.
           En este sentido, creo que son precisamente estos momentos los que nos alertan y nos permiten indagar sobre la naturaleza de nuestras emociones, bien sean positivas o negativas.
          Precisamente reflexionando sobre esto, he recordado la poesía de Benedetti, "Estados de ánimo". Dice así:
 
Estados de ánimo

A veces me siento como un águila en el aire ...
(A propósito de una canción de de Pablo Milanés)

Unas veces me siento
como pobre colina,
y otras como montaña
de cumbres repetidas,
unas veces me siento
como un acantilado,
y en otras como un cielo
azul pero lejano,
a veces uno es
manantial entre rocas,
y otras veces un árbol
con las últimas hojas,
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde,
te acerques y te mires..
te mires al mirarme.
 
 

lunes, 15 de octubre de 2012

Fragmentos de "La noche de los tiempos" - Antonio Muñoz Molina


"Hubiera querido saber en qué momento fue inevitable el desastre; cuándo lo monstruoso empezó a parecer normal y gradualmente se volvió tan invisible como los actos más comunes de la vida; cuándo las palabras que alentaban al crimen y a las que nadie daba crédito porque se repetían monótonamente y no eran más que palabras se convirtieron en crímenes; cuándo los crímenes se fueron volviendo tan habituales que ya formaban parte de la normalidad pública."

"Hay un momento y no otro; un punto más allá del cual no existe regreso; una mano se alza sosteniendo una pistola y se acerca a la nuca de alguien y aún hay unos segundos en los que el disparo puede no producirse; incluso cuando el dedo índice empieza a oprimir el metal del gatillo aún permanece intacta la posibilidad de volver atrás, extinguida sólo un instante más tarde; el agua se infiltra poco a poco en el tejado de un edifìcio que nadie repara, durante meses o años, pero hay un solo momento en el que ocurre una modificación decisiva y una viga se parte por la mitad y el techo entero se hunde; en décimas de segundo la llama que estuvo a punto de extinguirse revive y prende la cortina o el puñado de papeles que van a alimentar el incendio que lo destruirá todo."




Una novela que permite reflexionar sobre nuestra Historia, las ideologías y los fanatismos, narrada de la forma más neutra posible, a través de la historia de amor de su protagonista durante la Guerra Civil. Una lectura que se hace corta, pese a sus casi mil páginas.

martes, 9 de octubre de 2012

Hugo Gola


Una extraña paciencia
se requiere
para elegir
las nubes y los árboles
una aguda manera de mirar
para que los aviones
o los rostros desencajados
no quiebren para siempre
tu entusiasmo

Tienes ahora
no obstante el sueño interrumpido
el aire cortado
por los filos de la noche
o por el canto del gallo
tienes una advertencia
obstinada y persistente
y sin embargo eliges las nubes
y los árboles

No huyes
no desertas
has asumido un tiempo
contra las fáciles banderas
y tu elección
aunque parezca ingenua
bien sabes que es audaz
lo más riesgosa
la que quizás te arrojará
una tarde
bajo las ruedas de la muerte

Un día es fácil
elegir por un momento
contra todas las mareas
es simple
pero siempre
elegir siempre
no a la escuadrilla poderosa
que hace temblar el cielo
sino a los árboles
que tejen tu horizonte
a tu silencio
a tu nostalgia de campos abiertos
a aquel caballo que vuela
sobre la arena blanca
o sobre un camino
perdido y oscuro
es elegir un tiempo
que salta sobre esta intemperie
ruidosa
y al fin
desoladora.

Hugo Gola (“Filtraciones”)

martes, 2 de octubre de 2012

"Cançó del bes sense port" - Miguel Poveda canta Maria Mercè Marçal


Claudio





Sentado en el andén de la estación con su boina gris, veía pasar las horas sin prisa alguna. Recordaba viejos tiempos en los que había sido feliz. Sin embargo, ahora ya no le quedaba nada. Perdió a su familia cuando el alcohol se apoderó definitivamente de su persona. Era extraño, pero cuando bebía tenía la sensación de ser alguien distinto. Podía evadirse y sentirse la persona más feliz del mundo y, momentos después, pensar que era la más desgraciada. Ahora ya todo daba igual. Le gustaría poder modificar el tiempo y cambiar el destino, pero ya era demasiado tarde.
Claudio vivía en la estación de tren junto a otras personas que, por diferentes motivos, también se habían quedado sin casa, sin trabajo y sin familia. A veces llegaban a intimar y sus vidas parecían menos vacías, acompañados por las desgracias del otro. No obstante, otras muchas, las personas que vivían como él se tornaban huidizas, recelosas de que pudiese sobrevenir un mal mayor. Temían por su vida y añoraban a su familia y amigos, pero esto a él ya no le afectaba. Es más, en estos momentos deseaba que todo acabara lo antes posible. Estaba harto de escuchar el sonido chirriante de los trenes o de ver pasar a personas desconocidas sin detenerse tan siquiera a mirarlo. Casi siempre era invisible a los demás. Podía desaparecer de este mundo y nadie lo extrañaría o, al menos, eso es lo que él creía.
Pese a todo, no pudo evitar que una lágrima se derramara por su mejilla. Qué raro, eso significaba que todavía estaba vivo.


jueves, 27 de septiembre de 2012

Fragmento de "El Libro de los abrazos" - Eduardo Galeano.

El libro de los abrazos

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.
En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

Extraído de El Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano
 
 
 
Todos tenemos amigos en quienes confiamos y sin los cuales nuestra vida estaría un poco más vacía. Nos hacen reír, nos escuchan y nos apoyan en los momentos difíciles... y es que a veces no importa tanto la cantidad de amistades que se tengan como  el valor que le otorguemos a la misma.
Por suerte, yo  también puedo contar con esas cinco llaves. :)

martes, 25 de septiembre de 2012

"Oración de un desocupado" - Juan Gelman


     Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
porque no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?

     Juan Gelman
Violín y otras cuestiones (1956)
 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

"El otro yo"- Mario Benedetti

El otro yo


Ilusiones ópticas - De frente o de perfilSe trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Éste no dijo nada, pero a la mañama siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le llenó de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando.Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.
 
 
Después de leer este texto, me planteo varias preguntas: ¿Somos capaces de reconocer nuestro comportamiento en cualquier situación? ¿Qué pasa si, como le sucede a Armando, el "otro yo" nos incomoda? 
Podemos llegar a conocernos casi por completo, pero siempre surgirán nuevas situaciones que provocarán modificaciones en nuestra personalidad. Sin embargo, es necesario el reconocimiento de todas nuestras facetas, para conseguir la estabilidad emocional.

sábado, 15 de septiembre de 2012

"Ensayo sobre la lucidez" - J.Saramago

"...La impresionante tranquilidad de los votantes en las calles y dentro de los colegios electorales no se correspondía con la disposición de ánimo en los gabinetes de los ministros y en las sedes de los partidos. La cuestión que más les preocupa a unos y a otros es hasta dónde alcanzará esta vez la abstención, como si en ella se encontrara la puerta de salvación para la difícil situación social y política en que el país se encuentra inmerso desde hace una semana. Una abstención razonablemente alta, o incluso por encima de la máxima verificada en las elecciones anteriores, mientras no sea exagerada, significaría que habríamos regresado a la normalidad, la conocida rutina de los electores que nunca creen en la utilidad del voto e insisten contumazmente en su ausencia, la de los otros que prefieren aprovechar el buen tiempo para pasar el día en la playa o en el campo con la familia, o la de aquellos que, sin ningún motivo, salvo la invencible pereza, se quedan en casa.
Si la afluencia a las urnas, masiva como en las elecciones anteriores, ya mostraba, sin margen para ninguna duda, que el porcentaje de abstenciones sería reducidísimo, o incluso prácticamente nulo, lo que más confundía a las instancias oficiales, lo que estaba a punto de hacerles perder la cabeza, era el hecho de que los electores, salvo escasas excepciones, respondieran con un silencio impenetrable a las preguntas de los encargados de los sondeos sobre el sentido de su voto, Es sólo a efectos estadísticos, no tiene que identificarse, no tiene que decir cómo se llama, insistían, pero ni por ésas conseguían convencer a los desconfiados votantes. Ocho días antes los periodistas consiguieron que les respondieran, es cierto que con tono ora impaciente, ora irónico, ora desdeñoso, respuestas que en realidad eran más un modo de callar que otra cosa, pero al menos se intercambiaban algunas palabras, un lado preguntaba, otro hacía como que, nada parecido a este espeso muro de silencio, como un misterio de todos que todos hubieran jurado defender.
A mucha gente ha de parecerle singular, asombrosa, por no decir imposible de suceder, esta coincidencia de procedimiento entre tantos y tantos millares de personas que no se conocen, que no piensan de la misma manera, que pertenecen a clases o estratos sociales diferentes, que, en suma, estando políticamente colocadas en la derecha, en el centro o en la izquierda, cuando no en ninguna parte, decidieran, cada una por sí misma, mantener la boca cerrada hasta el recuento de los votos, dejando para más tarde la revelación del secreto. Esto fue lo que, con mucha esperanza de acertar, quiso anticiparle el ministro del interior al primer ministro, esto fue lo que el primer ministro se apresuró a transmitirle al jefe de estado, el cual, con más edad, con más experiencia y más encallecido, con más mundo visto y vivido, se limitó a responder en tono de sorna, Si no están dispuestos a hablar ahora, deme una buena razón para que quieran hablar después..."
 

    La temática de este ensayo está íntimamente relacionada con la personalidad e ideología del autor. En este caso, el objetivo de Saramago reside en realizar una crítica feroz al estamento político, denunciando los abusos de poder que se dan en gran parte de las sociedades actuales y poniendo en entredicho los pilares de la democracia.
   No obstante, también el autor otorga a la obra cierto toque esperanzador pues, en última instancia, deja entrever el poder que todavía tienen los ciudadanos, haciendo especial énfasis  en su rotunda confianza en la sociedad civil.
 
   ¿Qué sucedería si, contra todo pronóstico, los ciudadanos reaccionásemos así en las próximas elecciones? ¿Realmente, como individuos, tenemos el poder para cambiar las cosas? ¿Por qué no lo hacemos entonces y optamos por la resignación?
 
  

martes, 11 de septiembre de 2012

Neil Diamond - "Sweet Caroline"



Hay canciones que consiguen hacerte olvidar los problemas o preocupaciones que tengas. No importa tanto el mensaje como la combinación del ritmo y la letra. Si a esto le añadimos que es una de las canciones que pertenecen a la BSO de la película "Beautiful girls", el efecto es inmejorable.

¿No pensáis que, por mucho que escuchemos una canción, las sensaciones que ésta nos evoque serán siempre diferentes? Dependiendo de nuestro estado de ánimo y la intensidad de nuestras emociones, una misma canción será capaz de transmitir percepciones distintas.

¿Cuál es vuestra canción? :)

viernes, 7 de septiembre de 2012

"Bajo una pequeña estrella" - Wislawa Szymborska

Bajo una pequeña estrella

Wislawa Szymborska

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas y que me esfuerce
después para que parezcan ligeras.

Wislawa Szymborska (Polonia, 1923)Premio Nobel de Literatura 1996

jueves, 6 de septiembre de 2012

"Dóna'm la mà" - Joan Salvat-Papasseit

Dona’m la mà


Dóna’m la mà que anirem per la riba
ben a la vora del mar

bategant,
tindrem la mida de totes les coses
només en dir-nos que ens seguim amant.

Les barques llunyes i les de la sorra
prendran un aire fidel i discret,
no ens miraran;

miraran noves rutes
amb l’esguard lent del copsador distret.
Dóna’m la mà i arrecera la galta
sobre el meu pit, i no temis ningú.
I les palmeres ens donaran ombra.
I les gavines sota el sol que lluu

ens portaran la salabror que amara,
a l’amor, tota cosa prop del mar:
i jo, aleshores, besaré ta galta;
i la besada ens durà el joc d’amar.

Dóna’m la mà que anirem per la riba
ben a la vora del mar

bategant;
tindrem la mida de totes les coses
només en dir-nos que ens seguim amant.



Joan Salvat-Papasseit,
de L’irradiador del port i les gavines.

"Prefiero que ames"-Víctor Hugo

PREFIERO QUE AMES
    
Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no
guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar
sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas.

Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas
demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque
eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que
haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no
insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque
cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que influyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en
ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa
constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que
existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir
triunfante su canto matinal, porque de esta manera te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes
en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por
lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: "Esto es mío",
solo para que quede claro quien es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer,
tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos
y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo mas nada que desearte.

Víctor Hugo

Alicia


Eran las seis de la tarde y todo a su alrededor sucedía sin demasiada urgencia. Alicia permanecía tumbada en el sofá, absorta en sus pensamientos, comprobando que cada vez eran más recurrentes las imágenes de un suceso que no sabía si era real o producto de su imaginación. Se sentía extraña, aislada en un mundo que permanecía impasible ante las desgracias ajenas y en el que las personas se limitaban a sobrevivir, preocupadas por ellas mismas o, como mucho, por su núcleo más cercano.

Hace algún tiempo, Alicia se dio cuenta de que lo que realmente necesitaba no era sobrevivir al día a día, sino más bien deseaba vivir cada momento, por insignificante que pareciera, como único e irrepetible.

Sin embargo, mientras estos pensamientos se revelaban de forma caótica,  la visión de ella misma deambulando por las calles abarrotadas de gente, sin rumbo fijo, ausente y percibiendo tan solo parte del ruido que se generaba en la atmósfera, le transmitía un sinfín de emociones negativas que poco tenían que ver con la actitud que presumiblemente había adoptado. ¿Se había convertido también, como los demás, en una persona egoísta e insensible? Al reflexionar sobre esta cuestión, no pudo dejar de analizar sus relaciones personales. Sí, tenía un amplio grupo de personas conocidas, algunas de las cuales podía considerar que eran importantes en su vida, pues necesitaba estos vínculos afectivos para sentirse bien consigo misma y echaba en falta a esas personas en su ausencia. No obstante, ¿estaba transmitiendo lo importante que éstas eran para ella o se limitaba a mostrar sus sentimientos de forma superficial?

Alicia sabía que para cambiar realmente su actitud, no podía limitarse a la omisión de conductas desadaptativas ni a utilizar mecanismos de defensa cuando una situación o un hecho le resultaran incómodos, sino que debía también indagar en el origen de sus emociones para, posteriormente, modificar su forma de enfrentarse a los demás. Pero, ¿cómo podía hacer eso sin inflingirse daño alguno? Fue entonces cuando se dio cuenta de que para conocerse a uno mismo, es necesario asumir los defectos y las debilidades.


 Maria Candel.





 
 
 

martes, 4 de septiembre de 2012

Micropoema- Alejandra Pizarnik


“Ella se desnuda en el paraíso
de su memoria,
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones,
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe”


                     Alejandra Pizarnik




 

Fragmento de "El corazón helado"-Almudena Grandes

Ignacio no era consciente de eso, no logró serlo hasta que volvió a estar vivo, a ser un hombre, y entonces, cuando recuperó la razón, la sensibilidad y la fe junto con su naturaleza verdadera, le costó trabajo aceptarlo. Los humanos son seres que desean y la desesperación les arrebata su propia esencia, los deseca, los destripa, los arruina, los expulsa de sí mismos por el camino templado y engañoso que conduce al destino de las cosas, al cansancio de los vegetales polvorientos de los minerales enterrados e inertes. En el puerto de Alicante, donde expiró la esperanza, sonaban los disparos un día tras otro, un cuerpo tras otro, a veces muy seguidos, a veces espaciados por horas largas como eternidades y él miraba al mar, agua inmóvil, vacía, desierta de los barcos que nunca llegarían, la salvación que ya no se atrevían a esperar quienes no tendrían siquiera la oportunidad de probar la amargura del exilio. Ellos eran los últimos leales, los traicionados por todos, la carne de paredón, el codiciado botín de guerra de los vencedores.
En el puerto de Alicante se habían reunido muchos miles de personas, pero ninguna tenía ganas de hablar. Nadie se atrevía ya a repetir que no, que no, que no, no nos entregarán, no nos dejarán aquí, no pueden hacernos eso, vendrán a buscarnos, tendrán que mandar barcos, Blum, no, los franceses no, y los ingleses, a la hora de la verdad, tampoco, las democracias, los europeos, no pueden hacernos esto.. Ya nadie hablaba, ni siquiera los más sombríos, los que no se despedían de nadie mientras buscaban la pistola con dedos sigilosos, y se pooyaban el cañon en la sién, y disparaban, y los disparos sonaban, y los cuerpos caían al suelo como fardos, como bultos, como árboles talados a destiempo, y él miraba al mar, agua inmóvil, vacía, escuchaba los disparos, oía caer los cuerpos y no volvía la cabeza, no miraba, no veía no quería saber. A veces se escuchaban gritos, lamentos, sollozos de niños o de adultos que lloraban como niños. Los adultos no sabían llorar de otra manera en el puerto de Alicante y él miraba al mar para no ver, para no mirar, para no saber que otro español más había preferido morir a seguir viviendo en España, en la tierra donde había nacido, donde había crecido, donde se había enamorado y había visto nacer a sus hijos, en el país por el que había luchado durante tres años, por el que había pasado hambre y miedo y frío y la soledad insoportable de una guerra larga, en la patria por la que lo había arriesgado todo, por la que lo había perdido todo, por la que acababa de morir. Ignacio Fernández Muñoz miraba al mar traidor y no volvía la cabeza para no ver, para no mirar, para no contar el número de los suicidas.
 

lunes, 3 de septiembre de 2012

HD Strange Things Will Happen-The Radio Dept. LYRICS ESPAÑOL-INGLÉS



BSO de "Bon Appétit, historias de amigos que se besan", una película que trata sobre la amistad, el amor y la complejidad de las relaciones humanas.

domingo, 2 de septiembre de 2012

"La esperanza y la utopía" - Silvia Bleichmar

Lo que torna a Caperucita Roja una ingenua no es haberle creído al lobo, sino haber convertido la evidencia acerca de las enormes orejas, la gran nariz, las manos peludas, en objeto de una interrogación al servicio de la desmentida, buscando en las respuestas que recibía una racionalidad que anulara su profunda sospecha de que no estaba, en realidad, frente a su abuelita. Por eso, en lugar de huir, siguió preguntando, no a la búsqueda de la verdad que de algún modo conocía, sino en el intento de que la respuesta oficiara al servicio de su deseo de anulación de la percepción: orejas grandes para oírte mejor –qué mayor halago que ése–, manos grandes para tocarte mejor –qué hermoso, cómo me quiere mi abuelita–, ojos grandes para mirarte mejor –soy tan bella, objeto de la mirada amorosa, que requiere ojos grandes para poder apreciarla. Boca grande para comerte mejor, y ya es tarde, ya está en las fauces y en la barriga del lobo, hasta que alguien venga a liberarla, porque no sólo ha quedado atrapada sino que ha cedido las pocas fuerzas que tenía para evitar su captura o destruir a su captor.

La ingenuidad no es una virtud, y si se la presenta como tal es porque en ella se sostiene el beneficio de quienes se aprovechan del que la padece, ya que se caracteriza por un ejercicio de la creencia sin empleo de juicio crítico para separar lo verdadero de lo falso, lo posible de lo imposible, y, muy en particular, y ése es su mayor problema, para desestimar el reconocimiento de aspectos visibles de la realidad que descalificarían el deseo de que ésta fuera diferente.

Pero, como lo demuestra Caperucita, detrás de la ingenuidad hay un deseo de obtener algo, y si bien la víctima de su propia ingenuidad podría merecer nuestra simpatía, es indudable que su motivación no es tan pura como se supone: quien compra un billete premiado de lotería cree aprovecharse de un paisano que debe volver a su pueblo para hacerse cargo de un pariente enfermo; quien compra un buzón supone que el pobre hombre que se lo está vendiendo ya no puede estar en esa esquina porque padece alguna tragedia que lo captura. Y, sin duda, quien compra la presunta honestidad de un dirigente político corrupto lo hace cerrando los ojos a la evidencia para lograr algún tipo de beneficio, que no es necesariamente complicidad en el robo pero sí cierto statu quo que le garantiza no modificar las condiciones en las cuales sobrevive, instalado muchas veces solo en un huequito que lo protege y al mismo tiempo le impide darse cuenta de que si el mundo exterior está lleno de acechanzas, también lo está de oportunidades que no se adquieren sin riesgo.

La ingenuidad, francamente, me produce rechazo. De ingenuos está llena la complicidad de “los inocentes” con el terrorismo de Estado, con los ladrones de bienes públicos, con los golpeadores familiares, con la injusticia en general. El ingenuo, “el inocente”, como diría Broch, no es sino alguien que cierra los ojos a la amenaza o al sufrimiento hasta que éste se le viene encima. La ingenuidad política es, también, des-responsabilidad.

Por el contrario, la esperanza, si bien se esfuerza para cumplir un deseo, sostiene su racionalidad en la apreciación de los hechos de la realidad, y en su posibilidad de incidir en ellos. Se tiene esperanza no sólo cuando se aspira a que algo cambie en una dirección deseable, sino también cuando se avizoran las condiciones que lo posibilitan; y más esperanza se tiene cuando se participa de la oportunidad de lograrlo. A diferencia del iluso, pariente demenciado del ingenuo, la esperanza implica una evaluación de las condiciones de realización futura de un logro no alcanzado. Pero, como tal, supone un reconocimiento de los recursos posibles y de su empleo.

Que la esperanza se sostenga sobre el trasfondo de los sueños de los seres humanos es inevitable: en el horizonte mismo está aquello que se anhela, pero se sabe que sólo traza una dirección de recorrido, y no realmente una meta. Del mismo modo ocurre con la Utopía ; el error es considerarla objetivo político y no horizonte ético de la acción, ya que a través de los principios que sostienen su vigencia trasciende la posibilidad de rehusarse a la desigualdad como destino y al sufrimiento de las mayorías como única opción viable. Los descreídos pretenden que todo esperanzado es un ingenuo. En realidad, atacan la esperanza desde un lugar que está signado por la desilusión. Como las jovencitas que no creen en el amor porque al primer desencuentro se convencieron de que no hay príncipe azul y por eso afirman que toda enamorada es una ingenua –ya que el hombre encontrado nunca será el de la imagen soñada–, los descreídos corroen las posibilidades de vida de quienes luchan por hacer realidad sus sueños y por aceptar que entre el espacio virtual del deseo y el espacio real de la vida no necesariamente hay disociación, pero sí un recorrido que sólo se acorta, sin agotarse nunca, con acciones tendientes a modificar la distancia.

El desencantado es en realidad un ingenuo que deformó su propia percepción de la realidad, desmintió de ella los aspectos que lo desilusionaban, confió de manera pasiva en que se le diera como la deseaba y vive añorando su propia creencia pero avergonzado de ella, ya que nunca terminó de protagonizarla. Como Caperucita, que al menos tiene la dignidad de no acusar al lobo de haberla engañado ya que sería inadmisible aun para su infantil inteligencia reprocharle al lobo que sea lobo, el ingenuo desengañado debería reconocer que, como dice Amos Oz, “la desilusión es el sobreprecio acumulado del autoengaño”. Por el contrario, la esperanza, como el amor, siempre está presta a encontrar nuevos objetos en los cuales realizarse, a los cuales ceder la posibilidad frustrada de los proyectos anteriores. >>





Silvia Bleichmar

(“La esperanza y la utopía” –fragmento–.
De: “No me hubiera gustado morir en los 90” ,
2006).

martes, 28 de agosto de 2012

Glen Hansard and Marketa Irglova - Falling Slowly



Otra de mis películas favoritas, por su sencillez, por sus canciones y por las emociones que es capaz de transmitir.

Carles Riba, del segon Llibre d'Estances

Jo que vigilo tant els meus desitjos lassos,
dona, pensava en tu per un amor del risc.
-I jo, on és el meu pensament, allà visc,
no on me porten els meus passos.

Jo et seguia, esmunyint-me per dins l'ombra del meu
fantasiar; et creies sola i mon ull sotjava
mentre, del goig de tu mateixa lenta esclava,
despullaves ton cos de neu.

Amb tot, ¿què pot haver-hi entre jo i tu, altiva
que com un déu et peixes d'orgull extenuat?
Si faig del meu senyera, et crido en un combat
que és teu sols essent fugitiva.

I si em reto, ¿què fóra el meu pler, sense orgull?
El flamissell que vaga damunt la inerta escorça.
I amb tot, un no res del teu voler em pot tòrcer.
Pensava en tu, i amb tot no ho vull.

 

viernes, 24 de agosto de 2012

"1984" - George Orwell


Hasta que no tengan
conciencia de su fuerza, no se rebelerán y hasta después de haberse rebelado,
no serán conscientes. Este es el problema.



 
 
 
 
 
...(los proles) tenían un estilo de vida que parecía serles natural. Se regían por normas ancestrales. Nacían, crecían en el arroyo, empezaban a trabajar a los doce años, pasaban por un breve período de belleza y deseo sexual, se casaban a los veinte años, empezaban a envejecer a los treinta y se morían casi todos ellos hacia los sesenta años. El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y, sobre todo, el juego, llenaba su horizonte mental. No era difícil mantenerlos a raya. Unos cuantos agentes de la Policía del Pensamiento circulaban entre ellos, esparciendo rumores falsos y eliminando a los pocos considerados capaces de
convertirse en peligrosos; pero no se intentaba adoctrinarlos con la ideología del Partido. No era deseable que los proles tuvieran sentimientos políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias o aceptaran raciones más pequeñas. E incluso cuando cundía entre ellos el descontento, como ocurría a veces, era un descontento que no servía para nada porque, al carecer de ideas generales, concentraban su instinto de rebeldía en
quejas sobre minucias de la vida corriente. Los grandes males, ni los olían. La mayoría de los proles ni siquiera era vigilada con telepantallas. La policía los molestaba muy poco. En Londres había mucha criminalidad, un mundo revuelto de ladrones, bandidos, prostitutas, traficantes en drogas y maleantes de toda clase; pero como sus actividades tenían lugar entre las mismas proles, daba igual que existieran o no. En todas las cuestiones de moral se les permitía a los proles que siguieran su código ancestral. No se les imponía el puritanismo sexual del Partido. No se castigaba su promiscuidad y se permitía el divorcio. Incluso el culto religioso se les habría permitido si hubieran manifestado la menor inclinación a él. Como decía el Partido: "los proles y los animales son libres".
 
Una novela que te permite analizar la sociedad actual, desde un planteamiento crítico.
¿En qué momento la ficción se convierte en realidad?.

Before Sunrise - Escena del Telefono Subtitulada



Una de mis escenas favoritas de la película "Antes del amanecer". ¡Muy recomendable!

miércoles, 22 de agosto de 2012

TXORIA TXORI (Mikel Laboa)



"Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro".


Palabras sencillas, detrás de las cuales se oculta un profundo mensaje...

"Hagamos un trato" - Mario Benedetti

Hagamos un trato
Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo

(de una canción de Carlos Puebla)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo

Berk And The Virtual Band -dolce vita



We're walking like in a Dolce Vita
This time we've got it right
We're living like in a Dolce Vita
Mmh gonna dream tonight

We're dancing like in a Dolce Vita
With lights and music on
Our love is made in the Dolce Vita
Nobody else than you

It's our last night
Together with our love again
Another light
Before we're thrown in darkness
Say you'll never leave me now
Say you're gonna love me now

We've made it down in the Dolce Vita
Wipe all your fears away
We live it like in the Dolce Vita
A game of yesterday

I'm so alone in the Dolce Vita
Oh baby telephone
This magic's gone in the Dolce Vita
Nobody else than you

It's our last night
Together with our love again
Another light
Before we're thrown in darkness
Say you'll never leave me now
Say you're gonna love me

It's our last night
Together with our love again
Another light
Before we're thrown in darkness
Say you'll never leave me now
Say you're gonna love me now

"De todo quedaron tres cosas" Fernando Pessoa

"De todo, quedaron tres cosas: la certeza de que estaba siempre comenzando, la certeza de que había que seguir y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar.

Hacer de la interrupción un camino nuevo; hacer de la caída, un paso de danza; del miedo, una escalera; del sueño, un puente y de la búsqueda... un encuentro".

"Cold in hand blues" - Alejandra Pizarnik



Cold in hand blues

Y qué es lo que vas a decir

Voy a decir solamente algo

Y qué es lo que vas a hacer

Voy a ocultarme en el lenguaje

Y por qué

Tengo miedo.

Antònia Font - Batiscafo Katiuscas (10/13)




...una cançó per somiar i transportar-nos a uns altres temps...

Ana Belén - 'El hombre del piano' (directo)





Esta es la historia de un sábado, de no importa qué mes, y de un hombre sentado al piano de no importa qué viejo café.

Toma el vaso y le tiemblan las manos, apestando entre humo y sudor, y se agarra a su tabla de náufrago, volviendo a su eterna canción.

Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche en que tu canción sabe a derrota y a miel.

Cada vez que el espejo en la pared le devuelve más joven la piel, se le encienden los ojos y su niñez viene a tocar junto a él.

Pero siempre hay borrachos con babas, que le recuerdan quién fue, el más joven maestro al piano vencido por una mujer.

Ella siempre temió echar raíces, que pudieran sus alas cortar y en las jaula metida, la vida se le iba y quizo sus fuerzas probar.

No lamenta que dé malos pasos, aunque nunca desea su mal, pero a ratos con furia golpea el piano y hay algunos que le han visto llorar.

Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche en que tu canción sabe a derrota y a miel.

El micrófono huele a cerveza y el calor se podría tocar, solitarios oscuros, buscando pareja, apurándose un sábado más.

Hay un hombre aferrado a un piano la emoción empapada en alcohol, y una voz que le dice:
"pareces cansado, y aún, no ha salido ni el sol".

Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche en que tu canción sabe a derrota y a miel.

martes, 21 de agosto de 2012

"Utopía", Eduardo Galeano

La vida secreta de las palabras...

La vida secreta ...

Alguien dijo que desde el momento
en que uno tiene vida interior,
ya está llevando una doble vida.

... de las palabras

Las palabras, como manadas de peces, pululan en nuestra cabeza y se agolpan en las cuerdas vocales, pugnando por salir y por ser escuchadas por los demás. Y, a veces se pierden en ese camino entre la cabeza y la garganta. Ahí están todas esas palabras perdidas, que durante mucho tiempo vagan en un limbo de silencio (y malentendidos y errores y pasado y dolor) y un día salen a borbotones y cuando empiezan a salir ya nada puede pararlas.


No se trata de hablar...


No se trata de hablar,
ni tampoco de callar:
se trata de abrir algo
entre la palabra y el silencio.
Quizá cuando transcurra todo,
también la palabra y el silencio,
quede esa zona abierta
como una esperanza hacia atrás.
Y tal vez ese signo invertido
constituya un toque de atención
para este mutismo ilimitado
donde palpablemente nos hundimos.

Roberto Juarroz.

"No te rindas", Mario Benedetti

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

El Principito

"- La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para quienes viajan, las estrellas son guías. Para otros no son más que pequeñas luces. Para otros, que son sabios, ellas son problemas. Para un hombre de negocios significaban oro. Pero todas esas estrellas son mudas. Tú tendrás estrellas como no tiene nadie...


- ¿Qué quieres decir?

- Cuando mires el cielo por la noche, dado que yo estaré en una de ellas, dado que yo reiré en una de ellas, entonces será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!


Y volvió a reír."